RIESGOS DE CONFLICTO SOCIAL EN LA ETAPA DE REACTIVACIÓN, PARTICIPACIÓN Y RELACIONAMIENTO SOCIAL
A principio de mes de julio los especialistas en consenso, gestión social y resolución de conflictos complejos, Luis Ore Ibarra y Manuel Bernales, plantearon al Ministerio de Energía y Minas un conjunto de estrategias de prevención y gestión de conflictos que pudieran surgir durante la etapa de reactivación en el sector minero energético.
Aquí queremos compartir las principales estrategias planteadas, que buscan ayudar a que la Oficina General de Gestión Social (OGGS) se fortalezca como un actor clave en la prevención y gestión de conflictos sociales, en esta etapa de reactivación económica. Como sabemos es un año electoral y con una situación económica calamitosa. Estas circunstancias hacen que tengamos un escenario social volátil al cual debemos de prestar toda nuestra atención y esfuerzo.
Empresas con iniciativa de relacionamiento para colaborar ante el Covid-19
El primer hallazgo es que las principales empresas mineras han tomado iniciativas de relacionamiento para apoyar el esfuerzo de la lucha contra el Covid-19. Estas iniciativas se han basado en un esfuerzo colaborativo para sumarse a los “Comandos Covid”, los mismos que tienen diversas formas y jerarquías de organización. Este relacionamiento se ha basado en herramientas de comunicación que han permitido mantener, en general, el distanciamiento físico; y enfrentar riesgos concretos como contagios por los retornantes, brindar información, crear confianza en los equipos operativos de las empresas, todo ello bajo un enfoque que prioriza la salud. Este esfuerzo muestra buenos resultados y ha permitido crear confianza entre las empresas y las comunidades, aunque el Estado, en general, y el MINEM, en específico, se ha percibido como ausente.
La OGGS debe hacerse presente en la colaboración ante el Covid-19
Todos los entrevistados coinciden en la necesidad de que el Ministerio aproveche esta oportunidad para hacerse presente en esta coyuntura de pandemia. Entendemos además que esta presencia inmediata puede ser telefónica o virtual, pero acompañando los procesos ya descritos de organización frente al Covid-19. Este acercamiento debe permitir mapear a los actores que están ejerciendo roles claves. Muchos entrevistados coinciden en que han observado nuevos liderazgos que deben de ser aprovechados por su contribución y capacidad colaborativa. Las herramientas de mapeo de actores son vitales en este momento.
Prevención de conflictos y articulación para el desarrollo
Existen dos roles complementarios que deben de adecuarse al contexto actual para lo cual deben ajustarse los documentos normativos del MINEM. Estos dos roles son: a) la prevención y gestión de conflictos, y b) la articulación para el desarrollo territorial. Además, los entrevistados nos alertan que en el primer rol el equipo del MINEM tiene experiencias interesantes, sin embargo, más experiencias en gestión que en prevención; pero que en el segundo todavía hay poco éxito porque esta limitación responde a la propia organización del Poder Ejecutivo.
Todos coinciden en que es necesario contar con profesionales en las propias zonas, señalando que es difícil crear confianza en procesos sensibles cuando los funcionarios están de paso. En este esfuerzo es necesario priorizar las 69 unidades mineras y los 3 proyectos de construcción para identificar específicamente los funcionarios que los atenderán. Esto permitirá priorizar los esfuerzos y poder responder mediante un tablero de comando que ayude a visualizar este despliegue de profesionales y su capacidad resolutiva. Además, la mayoría de entrevistados coinciden en sugerir que pueda establecerse un equipo de instituciones o personas como terceros facilitadores independientes a los cuáles la OGGS o los actores involucrados puedan contratar para apoyarlos en casos específicos si fuera necesario.
Acompañar la siguiente etapa de relacionamiento mixto
Si bien, hasta el momento las empresas han tenido un relacionamiento comunitario principalmente con distanciamiento físico apoyándose también con el uso de tecnologías, es de esperar que progresivamente se vaya incluyendo un relacionamiento comunitario más tradicional. Esto implica un creciente diálogo con miembros de la comunidad. Esta transición hacia un relacionamiento mixto - virtual y presencial - está acompañada de riesgos. Frente a esta situación, muchos de los entrevistados sugieren que la OGGS pueda acompañar estos procesos para facilitar el diálogo y mostrar a la población su preocupación por el cuidado de las personas y exigir un desempeño responsable a las empresas. Este trabajo solo será posible con un relacionamiento previo, en los proyectos priorizados, ya que es materialmente imposible tener todo este despliegue en territorio nacional con el equipo actual.
También se señaló que el liderazgo debe estar en manos del sector salud, pero hay que considerar que el sector salud no tiene una presencia importante y con igual capacidad resolutiva en todo el territorio. Sin embargo, si debe de formar parte, si se deben adoptar sus recomendaciones y las pautas restrictivas que señalen.
Cultura digital para impulsar marcos y herramientas de trabajo
Las entrevistas han evidenciado la necesidad de instalar y homogenizar conceptos, enfoques y herramientas de trabajo. Además, consideramos que este esfuerzo debe estar alineado con una promoción de la cultura digital no solo en la propia OGGS sino que esta se irradie hacia las comunidades. El primer esfuerzo de utilización efectiva de TIC (tecnologías de la información y la comunicación) en las comunidades, ya lo han hecho las propias empresas quienes deben de continuar como aliados para potenciar la comunicación y el flujo de información imprescindible para facilitar entendimiento y construir confianza a través del relacionamiento comunitario.
Es por todo lo expuesto que este documento incorpora en los anexos un conjunto de herramientas estratégicas como el mapeo de actores, identificación de riesgos sociales, sistema de alerta temprana, construcción de consensos y otras herramientas más que deben formar parte de la OGGS. En este sentido se sugiere actualizar el protocolo de intervención vigente y transformarlo además en un documento orientador. A ello debe de sumarse un sistema de quejas y reclamos que es necesario para instalar procesos de mejora continua.
La OGGS debe sistematizar dos casos emblemáticos de empresas comunales
Hay quienes consideran que las empresas comunales deben ser el motor de desarrollo local porque permiten traducir las ganancias en beneficio colectivo. Sin embargo, hay quienes plantean que están destinadas al fracaso. Conviene por ello sistematizar dos casos emblemáticos de empresas comunales para tener evidencia robusta en este tema clave. Si bien hemos sugerido los casos de Rancas y Huaraucaca, el primero por su significado histórico y el segundo por su aparente eficiencia, podrían considerarse otros.
Toda atención de un espacio de diálogo requiere dedicación exigente. De hecho, el trabajo más importante se produce antes de las reuniones formales. Por ello, contar con facilitadores terceros e independientes puede servir para impulsar estos procesos de diálogo, apoyándose en instituciones y profesionales con prestigio.
Respaldo y operatividad
Todas las estrategias planteadas fueron evaluadas como parte de una encuesta a 140 personas con estrecho vínculo al desarrollo de los temas mineros, desde funcionarios y exfuncionarios, ejecutivos de empresas, representantes de la sociedad civil y líderes comunitarios. El resultado es una aprobación mayoritaria a estas estrategias.
Ahora bien, estas estrategias solo pueden hacerse con un conjunto de herramientas tales como son el mapeo de actores, alerta temprana, evaluación de actores y situación, construcción de consensos, búsqueda conjunta de información, talleres charrettes, matriz de análisis, mecanismo de quejas, entre otras. El documento desarrollado ha incluido también estas herramientas, algunas de las cuáles utiliza el ministerio. Pero, tal como se señala en las mismas estrategias reseñadas, es necesario homogenizar y sistematizar su aplicación.
Así, el actual escenario de reactivación es complejo y enfrenta muchas presiones. Esta coyuntura es pues un reto, pero también una gran oportunidad para apuntalar el desarrollo y la inversión minera en nuestra sociedad en un clima de paz social.