Hace unos días atrás pusimos a prueba, durante un entrenamiento de negociación, a ejecutivos del sector Banca & Finanzas mediante un caso difícil. El objetivo fue llegar a un acuerdo entre bancos del segundo piso para otorgar un fondo. El reto es que el potencial cliente es el principal jugador con una clara posición de dominio que le permite plantear condiciones severas y pactar compromisos contractuales sin asumir riesgos. Este cliente es importante porque representa la mayor parte de la colocación y, por tanto, mueve el indicador de resultados.

Ahorro de tiempo

El primer paso consistió en formar grupos pequeños para analizar el caso y plantear pasos a seguir incorporando algunas sugerencias. Como segundo paso, tuvimos una sesión plenaria para identificar los consensos y determinar la mejor ruta para la acción. Todo esto nos tomó aproximadamente unos 90 minutos. Pero, usando ChatGPT tuvimos resultados similares en menos de 1 minuto. De hecho lo que más tiempo tomó fue trasladar el caso al prompt.

Agregando valor

El ejercicio no concluyó ahí. Queríamos dar una vuelta o dos más a la tuerca. Así que en esta oportunidad pedimos a los participantes generar estrategias y plantear acciones innovadoras y disruptivas para este caso de negociación. Los resultados fueron modestos. Las limitaciones de la estructura organizacional evidenciaron dificultades para lograr planteamientos nuevos. Pero, nuevamente, utilizando ChatGPT logramos obtener propuestas innovadoras y disruptivas. Aunque algunas de ellas eran imposibles de implementar según los participantes, esto motivo una nueva discusión e iluminó algunos caminos que no se habían considerado.

Lo que está claro es que necesitamos incorporar herramientas de IA en nuestras competencias. Si no sumamos habilidades con IA en nuestro perfil corremos el riesgo de ver comprometida nuestra competitividad. De modo que regístrese y cree una cuenta en algunas de estas plataformas y comience cuanto antes.