Un proceso de relacionamiento consultivo involucra a comunidades locales para construir confianza, generar viabilidad social de proyectos de inversión y valor compartido multiactor.

Un proceso relacionamiento consultivo se inicia con un proceso en el que se identifican a los actores y partes interesadas con la herramienta mapeo de actores - esto no es una enumeración de personas y sus posiciones a favor o en contra de un proyecto sino una identificación de quienes tienen autoridad para tomar decisiones, quienes tiene poder para bloquear decisiones, quienes pueden ser afectados por estas decisiones, y quienes tiene información relevante. Un proceso de relacionamiento consultivo empodera a la comunidad brindando información y conocimiento sobre sus derechos y el sistema legal que incluye derechos y obligaciones de los actores intervinientes incluyendo el Estado, las empresas y las comunidades. La empresa interesada en invertir debe explicar su voluntad de respeto a culturas, usos y costumbres locales a través de la elaboración conjunta de un código de conducta para el ingreso e interacción con la comunidad. Debe constituirse un consejo consultivo ciudadano que represente a diversos actores de la comunidad - representa la voz de la comunidad y facilita la comunicación entre empresa y comunidad- en donde se explica el interés de una empresa en desarrollar actividades y se levanta de manera preliminar información sobre posibles preocupaciones, necesidades y aspiraciones de la comunidad con un procedimiento inclusivo. Además, se de constituir un comité de monitoreo y vigilancia ambiental participativo para prevenir o canalizar preocupaciones respecto a posibles impactos ambientales. La empresa también debe informar, diseñar e implementar un mecanismo para canalizar y procesar las preocupaciones, quejas, reclamos o controversias que pueda tener la comunidad respecto a las actividades de la empresa y su personal.

La empresa y la comunidad deben iniciar un proceso de levantamiento de información para escuchar y evaluar juntos las preocupaciones, temores y aspiraciones de la comunidad y levantar información sobre lo que la comunidad podría proponer para evitar, mitigar y remediar posibles impactos negativos, y levantar información sobre necesidades de la comunidad y priorizarlas conjuntamente. Esto se hace durante un proceso de entrevistas y grupos focales con miembros de la comunidad a quien se haya seleccionado según el mapeo inicial de actores. El resultado de este proceso de evaluación de actores e intereses debe ser presentado a través de talleres o en la asamblea a la comunidad para recibir cualquier retroalimentación respecto a preocupaciones que no hayan sido recogidas en el proceso previo.

Durante esta intervención y proceso de relacionamiento consultivo e involucramiento multiactor deben realizarse talleres participativos para que la empresa pueda explicar qué es lo que desea hacer, en que consistiría su propuesta de proyecto, la manera cómo y en dónde propone realizarlo. La empresa debe explicar los posibles impactos negativos y las medidas que podría implementar para prevenir, mitigar, remediar o reparar impactos negativos, asimismo debe poder explicar su interés sobre los posibles impactos positivos que considera la propuesta de proyecto que podría contribuir con generación de beneficios para la comunidad.

Las necesidades y aspiraciones de la comunidad deben ser sistematizadas de manera conjunta para poder iniciar un proceso de elaboración de plan de desarrollo local para luego continuar con un proceso de identificación e involucramiento de recursos públicos y privados con visión de desarrollo territorial con beneficios para todos. Luego se prepara el inicio de un proceso de diálogo e interacción entre empresa y comunidad - y Estado (en caso sea pertinente) - para lograr un entendimiento compartido respecto a preocupaciones y aspiraciones y explorar juntos las diversas maneras de abordar y satisfacer estos múltiples intereses, este proceso también debe incluir un proceso de búsqueda conjunta de información para generar información que sea creíble y confiable para todas las partes a fin de construir juntos acuerdos informados que generen valor compartido con beneficios para todos.