Minería informal e ilegal ¿Cómo salir de ella?
Más allá del punto de vista de Cooperacción
Hasta hace un tiempo, la pequeña minería, la informal y la abiertamente ilegal, no coincidían ni compartían territorios con la gran minería... Ahora sí se encuentran y esa convivencia se viene convirtiendo en una abierta disputa por el control de las concesiones... con enfrentamientos y hasta quema de campamentos
Me gusta leer a José de Echave, siempre lúcido y punzante, aunque también tiene un punto ciego: las ventajas y oportunidades de la minería formal, particularmente la gran minería.
Es sabido el impulso a la minería por el nuevo ciclo de precio de los metales (que no sabemos si durará al llegar la recesión que todos esperan en la economía norte americana), sumado al efecto de la migración de retorno a los andes y a la Amazonia. A este análisis, hay que añadir a lo ya dicho lo siguiente:
1. Las comunidades se están enfrentando entre sí. Y, salvo algunas excepciones quién dominará el escenario serán los mineros informales e ilegales. Los asesinatos a líderes comunales son cada días más.
2. El pensamiento rentista tiene acogida en el discurso populista que inunda no solo el Perú, sino todo el continente. Atrás quedó el esfuerzo, la meritocracia que necesitamos construir y que es una tarea pendiente. La corrupción alimenta este pensamiento y corroe la gobernanza.
2. El actual gobierno es cómplice y ha promovido el enfrentamiento de las comunidades hacia las grandes inversiones mineras. Como ya lo he señalado antes he visto personalmente cómo la Secretaría de Gestión Social y Diálogo del Viceministerio de Gobernanza territorial ha azuzado a la población en las propias comunidades cuando estuvo tomada por el ex canciller Bellido. Hay intentos por retomar la dirección sensata de este Viceministerio pero se enfrentan a las fuerzas corruptas del Congreso y el Ejecutivo combinadas.
Se menciona en el mundo minero que varios grupos mineros informales e ilegales han financiado a Castillo. No sería de sorprender, no lo puedo afirmar, pero es probable que sea así.
3. La lumpenización del entorno minero, y particularmente del aurífero es innegable. Los formales están solos, sin Estado, sin autoridades y sin gobierno.
Dicho esto, recuperar la gobernabilidad pasa por dos estrategias claves, pueden haber otras más, pero dos son imprescindibles:
1. El Estado debe de dejar de dar cobijo a los mineros en proceso de formalización que claramente utilizan esta excusa para delinquir y no tributar. La formalización debe ser una camino de una sola vía y sin escapes. El cuidado ambiental y la tributación no son negociables.
2. Hay que dar herramientas legales y apoyo del Estado y del Gobierno a las empresas mineras formales. Por supuesto que saben quiénes operan en la ilegalidad, igualmente saben dónde están ubicadas las plantas de procesamiento ilegales. Ellos debe ser un aliado de la SUNAT y el sistema de justicia.
Lo señalado es clave para la minería en la costa y sierra de nuestro país. Respecto a la selva, eso es otro cantar, un reto mayor sobre el cual espero escribir en otro artículo.
Cada día que pasa, con la complicidad o negligencia del gobierno significa un problema mayor y una decisión más radical en el futuro próximo de todos nosotros los peruanos.