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Fuente: t21 noticias

VOLVER AL FUTURO y EL ARTÍCULO 75: FALTA DE CONSENSO, VISIÓN ESTRATÉGICA Y CAPACIDAD DE DIALOGO PARA LA PROTECCIÓN DEL AGUA Y LAS CABECERAS DE CUENCA

¿DECLARACIÓN DE ZONAS INTANGIBLES?

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Autores:      Dr. Luis E. Ore Ibarra              Ing. Ismael Garcia Ribera

Publicado: 2017-10-05

Luego del desastre del niño costero, muchos hemos sufrido en carne propia la escasez de agua en Lima y otras ciudades… El Título V de la Ley de Recursos Hídricos es “Protección de Agua”. Desde la promulgación de la ley, el artículo 75 sobre la protección del agua, dispone que la Autoridad Nacional del Agua, a través de los Consejos de Cuenca, ejerce funciones de vigilancia y fiscalización con el fin de prevenir y combatir los efectos de la contaminación del mar, ríos y lagos - aunque debería decir controlar, evitar y mitigar la contaminación. La norma dispone que “El Estado reconoce como zonas ambientalmente vulnerables las cabeceras de cuenca donde se originan las aguas. La Autoridad Nacional, con opinión del Ministerio del Ambiente, puede declarar zonas intangibles en las que no se otorga ningún derecho para uso, disposición o vertimiento de agua”. Esta norma fue promulgada el 23 de Marzo del 2009 durante el gobierno de Garcia.  

Hoy, tres gobiernos más tarde, se ha ampliado la norma para precisar que en la cabecera de cuenca no solo se originan las aguas, sino que “se originan los cursos de agua de una red hidrográfica”, y para prevenir subjetividades y arbitrariedades la norma modificatoria dispone la elaboración de criterios objetivos (técnicos) para la protección del agua en la práctica. La norma modificatoria establece que la ANA, con opinión del Ministerio del Ambiente, “debe elaborar un Marco Metodológico de Criterios Técnicos para la Identificación, Delimitación y Zonificación de las Cabeceras de Cuenca de las Vertientes Hidrográficas del Pacífico, Atlántico y Lago Titicaca”. Esta norma modificatoria ha empezado a generar ruido en el sector extractivo energético, en la sociedad civil y en algunas instituciones de gobierno, sin recordar que el contenido sustantivo de la norma para la protección del agua, el reconocimiento de la vulnerabilidad de las cabeceras de cuenca y la posibilidad de declarar zonas intangibles en las que no se otorgue derechos de uso, disposición o vertimiento de agua, data desde hace más de ocho (8) años. El tema no es nuevo, pero no hay zonas declaradas intangibles. ¿Existen casos en que se haya pedido la intangibilidad?

Algunos dicen que esta norma modificatoria llega con retraso, ya que en el año 2012, en diversos foros en los que participaron múltiples actores como la Sociedad de Nacional de Minería Petróleo y Energía, universidades, ministerios, ONGs, y la misma Autoridad Nacional del Agua con su Dirección de Conservación y Planeamiento de los Recursos Hídricos, se abordó el tema de las cabeceras de cuenca, su vulnerabilidad y la posibilidad de declarar su intangibilidad, sin embargo no se lograron acuerdos ni se logró generar un entendimiento compartido respecto a definiciones ni criterios para el aprovechamiento inteligente, responsable y sostenible de estas zonas.

Cabe recordar que por esos años se complicaban diversos proyectos como Conga, Tía Maria, Quellaveco, entre otros, y se instalaban mesas de dialogo en las que el cuestionamiento también versaba sobre la protección del agua y las cabeceras de cuenca, y el reclamo de las poblaciones tenía que ver con la falta de transparencia (falta de información) y falta de credibilidad en la información manejada por las autoridades. Las poblaciones y los actores locales reclamaban mayor control del estado y las cifras del estado no tenían credibilidad.

Algunos dicen que se han perdido más de 5 años y aún existen falencias en diversas entidades del gobierno como en la ANA, MINAGRI, MINAM, SENAHMI, INGEMET, etc., que aún no tienen respuestas a las interrogantes del año 2012 sobre cabecera de cuenca ni información técnica precisa que pueda ayudar a definirlas o evaluarlas. Se ha perdido tiempo y la oportunidad de hacer estudios hidrológicos e hidrogeológicos sobre las cabeceras de cuenca o la parte alta de las cuencas que producirían información relevante para tomar decisiones informadas y decidir sobre la mejor manera de proceder para su aprovechamiento responsable y protección del agua.

Existen experiencias positivas sobre el particular de las que podríamos aprender. Incluso experiencias de colaboración público-privada. En la región Tacna, en una cuenca importante, se han desarrollado estudios hidrológicos e hidrogeológicos de manera participativa con un enfoque de visión compartida como resultado de una mesa de dialogo vinculado a un proyecto minero y que ha resultado en un plan de aprovechamiento de recursos hídricos que tendrá un efecto positivo y directo para el desarrollo de múltiples actores y comunidades locales en el ámbito de la cuenca.

Los conflictos hídricos están en reposo, no hay mucha actividad extractiva nueva y las aguas están mansas. En los medios hay muchos discursos posicionales atrincherados a favor y en contra de la norma modificatoria sobre la elaboración de un marco metodológico de criterios técnicos para la identificación, delimitación y zonificación de las cabecera de cuencas, pero pocas conversaciones honestas, abiertas y profundas que puedan reenmarcar estos debates posicionales en diálogos sobre los intereses, preocupaciones y aspiraciones de los múltiples actores respecto al uso y aprovechamiento del agua en la cuenca alta. Un espacio que se podría aprovechar para facilitar diálogos colaborativos y deliberativos sobre el particular son los consejos de cuenca en donde se hace la planificación, coordinación y concertación (consenso) del aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos en sus respectivos ámbitos.

Cabe recordar también que en el año 2012, en la Autoridad Nacional del Agua y otras entidades, se empezó a considerar el concepto y enfoque de Hidrosolidaridad para abordar los retos y desafíos hídricos de manera colaborativa, que no es otra cosa que abordar reto, desafíos, problemas y conflictos sobre el agua de manera conjunta buscando soluciones co.construidas con beneficios para todos los involucrados, actores sociales, económicos, políticos y culturales etc. - Estado, comunidades, operadores hidráulicos y empresas. El propósito de este enfoque de Hidrosolidaridad es la búsqueda de consensos con beneficios para todos con el que todos se sientan ganadores. Sin embargo, la falta de decisión política del gobierno de turno impidió la difusión de este enfoque y el crecimiento de una cultura colaborativa para la gestión constructiva de diferencias sobre el uso y aprovechamiento del agua aplicada a la problemática de la cabecera de cuenca.

Más allá de una discusión sobre si se deben declarar zonas intangibles o no, o proteger o no las cabeceras de cuenca, o discusiones sobre la definición técnica de las cabeceras de cuenca, lo que se debe hacer es el estudio y evaluación de la condiciones actuales de las cuencas (evaluación de recursos hídricos superficiales y subterráneos) para definir cuánta agua hay (cantidad, oportunidad y cobertura de la demanda), cual es la calidad de esta y su grado de accesibilidad y definir en conjunto que hacer con el agua que hay. Deberíamos pensar juntos en la mejor manera de agregar valor, como utilizar y reutilizar el agua de manera eficiente satisfaciendo la oferta y la demanda de agua de una manera creativa y técnica con legitimidad social con beneficios para todos con la vista puesta en una visión de desarrollo responsable y sostenible para todos.

Una posibilidad de proceder respecto a la situación actual sobre la norma modificatoria, las cabeceras de cuenca, la protección del agua, la intangibilidad de zonas y el aprovechamiento de los recursos hídricos es la generación de un espacio de dialogo y reflexión para lograr consensos en la elaboración de un marco Metodológico de Criterios Técnicos para la Identificación, Delimitación y Zonificación de las Cabeceras de Cuenca de las Vertientes Hidrográficas del Pacífico, Atlántico y Lago Titicaca. Una forma de lograr consensos es involucrando a múltiples actores en un espacio de dialogo facilitado por un equipo mediador neutral e independiente con reglas de juego claras, con un objetivos claro y con un enfoque de Hidrosolidaridad, un enfoque que busca co.construir (construir juntos) soluciones creativas, responsables, sostenibles y legitimadas con beneficios para todos para abordar retos y desafíos hídricos. 

La decisión está en nuestras cabezas… y nuestra actitud para resolver diferencias e integrar intereses diversos.


Escrito por

Luis E. Ore Ibarra

Abogado Mediador Consultor Internacional en Negociaciones y Procesos de Consenso, Ex Presidente de la Sección Internacional de ACR (EE.UU.)


Publicado en

Inversión Sostenible

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