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oleoducto nor peruano cruzando el santuario nacional  cordillera de colánFoto: manuel bernales

Necesitamos volver a operar el Oleoducto Norperuano con altos estándares

3 peligros de no operar el oleoducto

En 1994 Sendero Luminoso dinamitó el oleoducto y se derramaron 9,500 barriles. Como consecuencia los nativos se organizaron para proteger la infraestructura.

Publicado: 2017-03-29

La falta de operación de oleoducto norperuano trae varios problemas. El primero es que los productores de petróleo se ven obligados a transportar su crudo por tierra y/o vía fluvial. La empresa Pacific Stratus Energy tuvo ya varios accidentes de tránsito en la ruta Saramiriza - Bagua, uno de los cuáles ocasionó que una cisterna derrame petróleo en una quebrada e impactó a cinco comunidades. El transporte alternativo al oleoducto presenta riesgos y aumenta los impactos ambientales y sociales de la industria de hidrocarburos. Por algo Antamina optó por el mineroducto y Camisea sería imposible sin un gaseoducto.

Por otro lado, está la necesidad de agregar valor al crudo mediante la puesta en operación de la refinería de Talara. Esta inversión estratégica para nuestro país tenía una lógica operación relacionada a los lotes de producción de la selva. Este escenario se ha complicado pero la visión de largo plazo se mantiene. 

Ahora bien, el problema más severo de no operar el oleoducto es el deterioro acelerado del mismo por su no operación. Necesitamos volver a poner en funcionamiento el Oledoducto Norperuano e incorporar medidas de seguridad y participación de las comunidades de su entorno.

El primer paso para la puesta en operación del ducto son la ejecución permanente del mantenimiento y vigilancia de la integridad del ducto. Así como el desarrollo de planes de  emergencia, contención, limpieza y remediación basados en análisis de sensibilidad ambiental y social. Estos se deben de elaborar a lo largo de todos los kilómetros del ducto. Recordemos que un porcentaje importante de los últimos derrames ha sido por atentados humanos. 

participacion comunitaria en la vigilancia
de la Integridad de ducto

Por ello, es necesario incorporar el trabajo de vigilancia comunitaria que debe de ser complementario a las acciones de mantenimiento de los equipos especializados de PetroPerú. Tenemos la gran oportunidad de desarrollar comités comunitarios de vigilancia de ducto que sean modelos en el mundo, por ejemplo, dotándolos de drones para realizar las tareas de inspección visual externa.

Muchas personas pueden pensar que esta es la oportunidad de salir de la industria del petróleo. Pero debemos de reconocer que dependemos del petróleo y que este consumo impacta sobre nuestra economía. Si bien es necesario desarrollar una estrategia energética diversificada con orientación hacia las energías renovables, debemos de lograr que las operaciones actuales sean altamente eficientes. El reto que tenemos hoy está en PetroPerú y en el Oleoducto Norperuano. Evadir este reto puede resultarnos más costoso social, ambiental y económicamente.


Escrito por

Manuel Bernales PhD

Doctor Internacional especialista en transformación de conflictos y fortalecimiento institucional.


Publicado en

Inversión Sostenible

Tres miradas para solucionar los problemas y conflictos asociados al desarrollo.